El Ministerio de Agricultura ha puesto en marcha hasta el próximo 31 de diciembre el Plan de Impulso al Medio Ambiente, el denominado Pima Tierra por el que se pretende la renovación del parque de tractores con el objetivo fundamental de reducir las emisiones contaminantes. El plan contará con unos fondos de cinco millones de euros.

Con su aplicación se estima que por cada tractor sustituido se reducirían en un 94% las partículas contaminantes y entre un 15% y un 20% las emisiones de dióxido de carbono.

Actualmente, el parque de tractores para usos agrarios y forestales se eleva a unas 750.000 unidades, de las que 250.000 tienen más de 25 años, 170.000 entre 15 y 20 años, 120.000 entre 11 y 15 años, y solo 200.00 con menos de 10 años. Esta elevada edad de las máquinas constituye una de las principales causas de los accidentes en el campo, a la que se suma la edad avanzada de una gran parte de los agricultores. El mercado de tractores tuvo su cifra máxima de ventas en 2007 con la adquisición de 17.000 unidades, para caer en los últimos años hasta las 7.000, para iniciar una ligera recuperación en los dos últimos años y acercarse a las 9.000 unidades.

El nuevo plan contempla una ayuda de 70 euros por cada caballo de potencia del tractor viejo achatarrado hasta un techo de 7.000 euros por beneficiario. A esa suma se añadiría una cantidad fija de 2.000 euros si el tractor adquirido es de la categoría más alta de eficiencia energética y de 1.000 euros si es la segunda. Un solicitante podría achatarrar varios tractores, pero el techo máximo de la ayuda serían los 7.000 euros. El precio de un tractor tipo medio oscilaría entre 40.000 y 50.000 euros.

Esta nueva iniciativa sustituye al Plan Renove en vigor hasta el último ejercicio. Para acceder a las ayudas previstas, es indispensable que el tractor a sustituir tenga un mínimo de 15 años desde su adquisición, que al menos durante el último año haya estado inscrito a nombre del solicitante, que se halle en condiciones de uso, que haya causado baja en el registro de maquinaria y haberlo entregado para su achatarramiento a un centro reconocido.

Quien solicite la ayuda debe estar al corriente en sus obligaciones fiscales y con la Seguridad Social. Además, durante un periodo de cinco años a partir de su adquisición, la empresa o individual que solicite la ayuda no podrá enajenar el mismo. Si lo hace, deberá devolver toda la ayuda recibida.

Para el desarrollo de este plan las empresas que se adhieran al mismo deberán comunicar cuáles son los puntos de venta donde se puedan dirigir los agricultores. Las ayudas se concederán por orden de solicitud hasta finalizar los cinco millones de euros asignados para su aplicación.