sábado, 23 de noviembre de 2024

EL IMPULSO A LA MECANIZACIÓN AGRÍCOLA QUE NO LLEGA

La Asociación Nacional de Maquinaria Agropecuaria, Forestal y de Espacios Verdes (ANSEMAT) reclama una mayor transparencia, información y coherencia en la elaboración de los planes de ayudas a la mecanización de las explotaciones agrarias. El mercado de maquinaria se ve cada año más afectado por la incertidumbre generada por cambios en requisitos y líneas presupuestarias.

Se pone en marcha la convocatoria del Plan Renove que se ha gestado con la menor transparencia hasta la fecha, creando falsas expectativas en el sector y demostrando que el apoyo que se dice mostrar al sector no es lo que parece.


ANSEMAT, asociación cuyas empresas asociadas, fabricantes nacionales e importadoras, suponen más del 80% de la facturación en maquinaria agrícola en España, es el principal interlocutor con el Ministerio de Agricultura para proponer, desarrollar, valorar y evaluar las medidas políticas que afectan al sector, velando por los intereses de todos los profesionales que trabajan con maquinaria agrícola. De hecho, la iniciativa del Plan Renove nació en ANSEMAT como apoyo al mercado de tractores que se vio seriamente afectado con la modificación de la PAC en 2004. Posteriormente se ha ido modificando para contemplar nuevos tipos de máquinas para servir de apoyo a la renovación de equipos por otros más seguros, agronómicamente eficientes y que reduzcan su impacto en el medio ambiente.


Año tras año se ha trabajado estrechamente con el Ministerio de Agricultura para evaluar las convocatorias de ayudas y modificar aquellos puntos que puedan ser problemáticos en su ejecución, y actualizar los requisitos a la oferta y demanda de maquinaria en España.


Sin embargo, esta última convocatoria ha estado rodeada de una incertidumbre inusual desde el primer momento, que ha sido criticada por ANSEMAT en todas las reuniones mantenidas hasta la fecha. 

Hace un año se hablaba de los sectores estratégicos y realmente existía la esperanza de que iban a cambiar muchas cosas para bien, sobre todo desde el apoyo que se recibió desde el Ministerio. Pero el dialogo que ya existía entre el sector público y privado se ha ido deteriorando debido al empoderamiento político que además ahora cuenta con la llave de las ayudas, como si los fondos utilizados no procedieran del erario y hubiera que estar agradecidos incondicionalmente por el establecimiento de planes de subvenciones.  

ANSEMAT y sus empresas asociadas llevan meses analizando los efectos de los planes de ayudas para mejorar a futuro la eficacia de los planes de subvenciones, sin embargo, siguen prevaleciendo los objetivos internos políticos.  

En 2020 se prometió un aumento del presupuesto para el Plan Renove ante el éxito de la convocatoria, pero lo que no se sabía es que un tercio del presupuesto se iba a destinar a ayudas a avales financieros para promocionar otra entidad pública. Un presupuesto nada desdeñable que ANSEMAT ha pedido que se destinara al Plan Renove en caso de no agotarse los fondos, y que, de nuevo con retraso, ha sido respondida por el ministro con una sonrisa y una negativa. 

Destinar fondos a avales de financiación no tiene efectos que incentiven la inversión, por lo que el efecto positivo se produce en las entidades financieras y no en la demanda de los agricultores y ganaderos. 

El Plan Renove iba a modificarse este año para incorporar mejoras derivadas del análisis de las convocatorias anteriores, pero tras horas de trabajo tampoco se ha podido publicar, y se tiene que basar la convocatoria en el decreto publicado en 2017. El decreto contempla varios tipos de máquinas, que vuelven a estar todas incluidas en la convocatoria de 2021.

ANSEMAT representa todos los tipos de máquinas, y por lo tanto, no puede rechazar que se destinen fondos a unos tipos y no a otros, pero si que puede señalar que un mínimo análisis del mercado concluye que los agricultores necesitan más ayudas en unos tipos de máquinas que en otros. Y lo que es peor aún, la expectativa que se crea tiene efectos directos en la oferta que pueden truncarse de la noche a la mañana. No es difícil entender que, si se habla de dinero para el Plan Renove, los agricultores se esperen a invertir hasta que las ayudas sean reales. Pero las máquinas, que deben estar inscritas en el ROMA antes de solicitar la ayuda, deben fabricarse con antelación conforme a la demanda, y casualmente este año los precios de las materias primas y del transporte de componentes no son bajos. La reducción drástica del presupuesto destinado para ciertos tipos de máquinas en beneficio de otros puede provocar la cancelación de pedidos, y esto se puede evitar si, tal y como reclama continuamente ANSEMAT, se comunica con antelación lo que se pretende hacer desde el Ministerio. 

Pero no, en la era de la información, hay que esperar hasta que el ministro se da un paseo por las instalaciones de la Estación de Mecánica Agrícola, cuando todo el sector, desde agricultores a fabricantes la conocen perfectamente desde hace años, para anunciar el reparto de fondos. ¿Y ahora qué? No solo se ha decidido reducir el presupuesto total, sino que anuncia 4 millones para cisternas de purín, que por otro lado es correcto ya que es necesario ayudar a los agricultores a los que se ha obligado a cumplir con un requisito medioambiental sobre el que tampoco se dijo nada en su momento; dejando 2,55 millones para el resto de los tipos de máquinas. Hay que recordar que, en 2020, las sembradoras se adjudicaron casi 5 millones, y que este año el mercado vuelve a estar parado a la espera de las ayudas. 

ANSEMAT siempre ha reclamado más fondos para atender a la mecanización agrícola en España, y no más requisitos y exigencias kafkianas, como es la clasificación energética de los tractores. No es complicado observar el mercado, sobre todo cuando se cuenta con el mejor registro de maquinaria agrícola a nivel mundial. Con los datos del ROMA se puede observar fácilmente qué tipos de máquinas necesitan más apoyo antes de plantear el presupuesto para la siguiente convocatoria. Poco se puede hacer por el sector si se reparte el mismo presupuesto entre tipos de máquinas en lugar de aumentarlo para atender a la demanda real. 

Si se utiliza el presupuesto del Renove para compensar a las CC.AA. por errores cometidos con legislaciones nacionales, se debe pensar que eso no es ayudar al sector. 

Visitar las instalaciones del laboratorio de ensayo de maquinaria agrícola del propio ministerio sin convocar al sector para hablar de los retos y oportunidades a corto y largo plazo no es ayudar al sector.

Ayudar al sector es escuchar a su máximo representante para conocer de primera mano los problemas y oportunidades, y se ha declinado ya en tres ocasiones mantener un encuentro con ANSEMAT. 

Ayudar al sector es preguntar a los profesionales que trabajan en los ministerios, consejerías, registros, universidades, etc. para conocer su opinión como expertos del sector público.

Ayudar al sector es exigir más fondos del plan de recuperación para garantizar el crecimiento del sector agrario, que es estratégico y esencial.

Ayudar al sector es trabajar para mejorar la renta agraria año tras año.

Ayudar al sector es evitar que España siga siendo el destino de las máquinas usadas de la UE, y reducir la edad media del parque de maquinaria en uso para mejorar la seguridad de los agricultores, incrementar la rentabilidad y proteger el medio ambiente.

Ya se ha anunciado la convocatoria del Plan Renove 2021 y deberíamos estar contentos en el sector. Pero lamentablemente no es así. Hay que sentarse a trabajar de una vez por todas, y ayudar a la mejora del sector agrario para que pueda llegar a digitalizarse algún día como pretende la estrategia del Ministerio de Agricultura